Nací con esta habilidad, es única. Puedo tele transportarme a cualquier lugar que haya visto con solo pensarlo pero solo puedo hacerlo cuando nadie me ve.
Es bueno que nadie me vea, ¿qué pasaría de mí si alguien descubriese mi habilidad? me convertiría en un conejito de indias, todo los ojos del mundo estarían sobre mí, justo sobre mí que no me gusta la llamar la atención.
Tengo que tener cuidado, no es solo dejar el lugar en el que estoy, sino llegar al lugar de destino. Tengo que pensarlo muy bien, nadie debe verme llegar, no de esta forma, cómo haría para explicar mi presencia ahí?
Ni hablar si las personas del lugar son supersticiosas, me imagino que si viviera en el siglo XVII terminaría en la hoguera.
Salvando estos pequeños detalles, mi don es de lo mejor, solo tengo que empacar un bolso, tomar mis documentos, pensar en un lugar y en un abrir y cerrar de ojos estoy ahí, chau rutina, hola vacaciones.
Nunca tengo que padecer los trámites de aduana, las esperas en los aeropuertos, las cancelaciones, los cambios de planes sobre la marcha.
Claro que viajo sola, no puedo llevar a nadie conmigo porque no funciona si me miran. No entiendo porque tengo esa limitante, sería bueno llevar a una amiga de viaje, escaparnos un fin de semana, ir las islas griegas, ver las pirámides, ver los canguros, comer tacos en México, caminar por los valles en Escocia, en fin tantas cosas para hacer.
Pero bueno, lo que se puede hacer se hace y lo que no, ni modo. Es hora de elegir un nuevo destino, he estado mirando unas revistas y quiero ir a conocer Zurich. Creo que estos tres días de fin de semana largo serán suficientes para tener una impresión del lugar.
Mi bolso ya está listo, las persianas están bajas, el gas y el agua están cortados. Tomo mi celular, lo meto en mi mochila y tomo el bolso. Cierro los ojos me concentro en la ciudad de Zurich y no pasa nada.
¿Cómo es posible? Estoy sola, de eso estoy segura. Vuelvo a concentrarme y nada. Esto no me gusta, me empiezo a impacientar, nunca había fallado, bueno si había fallado pero era porque alguien me estaba viendo pero ahora estoy en mi departamento, sola.
Suena mi celular, es un mensaje por whatsapp, es de Leonardo, el vecino denso que no entiende el significado de NO me interesas pasa de página.
Me pregunta si quiero ir a almorzar, le respondo que no, que estoy de viaje. Me envía un nuevo mensaje diciendo “no hace falta que me mientas, con decir que no quieres es suficiente”, me da que pensar ¿cómo rayos sabe que miento? Entonces lo entiendo, me esta viendo.
Este escrito pertenece al desafío de 30 días de escritura que propuso Maitena Caiman en el grupo de Facebook: Hogar de escritura.
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